La práctica del trabajo
cooperativo al interior de los ayllus ha tenido una trayectoria milenaria en el
desarrollo de la Civilización Andina y aún hoy sigue desarrollándose en extensos
territorios de los modernos Países Andinos. Tratándose de una visión ancestral
con tan largo pasado para millones de personas, no es de extrañar entonces su
actual coexistencia con las nuevas formas de trabajo introducidas en esta parte
de América del Sur luego de la invasión europea del siglo XVI.
Debe tenerse en cuenta que distintas
investigaciones realizadas en las últimas décadas han documentado las
características de este trabajo cooperativo durante las épocas prehispánicas y
muchas de ellas enfatizan su vigencia inclusive desde los tiempo previos al
surgimiento de las primeras formaciones estatales en territorio andino.
Específicamente para el caso de
la costa central del Pacífico suramericano, Richard L. Burger ha desarrollado
en los últimos años un importante trabajo arqueológico para tratar de entender
la evolución de las sociedades del valle de Lurín desde hace 4,000 años. Sus
investigaciones apuntarían a demostrar que las sociedades que se desarrollaron
en este lugar desde aquellas lejanas épocas hasta los inicios de la era
cristiana no habían logrado conformar aún el nacimiento de un estado. Sin
embargo, las evidencias que hasta hoy podemos observar en los restos de los diversos
monumentos arqueológicos constituirían una clara demostración de la intensidad y
excelentes resultados aportados por este trabajo cooperativo pre estatal de las
diversas sociedades que florecieron en esta zona costeña.
Manchay Bajo, en el valle de Lurín, muestra una interesante evolución de más de 600 años ininterrumpidos de construcciones monumentales con una antigüedad de más de 3,000 años |
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