Los trabajos arqueológicos desarrollados
durante los últimos años en el valle de Lurín, conjuntamente con los datos que
nos aportan las fuentes etnohistóricas, parecen corroborar la existencia de una
clara separación de las funciones religiosas y administrativas al interior de la
Ciudad Sagrada de Pachacamac durante la época de su mayor esplendor en los
siglos previos a la invasión europea ocurrida en enero de 1533.
Paralelamente, las
investigaciones adelantadas por Pedro Espinoza Pajuelo en el complejo
arqueológico de Maranga, en el valle del Rímac, y cuyos primeros resultados le
llevan a plantear la hipótesis de la existencia de una posible autonomía local
de este lugar respecto de la Ciudad Sagrada de Pachacamac en las épocas previas
a su anexión al Tawantinsuyo, contribuyen a proporcionar valiosos elementos de
análisis sobre esta temática. Con ello, parecen emerger nuevas evidencias que
llevarían a reconsiderar la tradicional percepción sobre el apogeo de la
sociedad Ychsma, hasta mediados del siglo XV, basado en la existencia de un
monolítico liderazgo religioso impulsado desde el valle de Lurín, tal como se analiza en este artículo.
La Huaca Tres Palos, en el Complejo Arqueológico de Maranga en Lima, parece representar una fuerte autonomía religiosa respecto de lo que ocurría en la Ciudad Sagrada de Pachacamac hasta mediados del siglo XV. Fuente de la foto: http://leslyyasminquispevaldivia.wordpress.com/2012/05/16/lad/ |
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