El
tema de los probables contactos que pudieron ocurrir entre las civilizaciones
americanas originarias, entre ellas la Civilización Andina, con otras
civilizaciones del planeta, en un tiempo anterior a la llegada europea de fines
del siglo XV e inicios del siglo XVI, es un tema que ha merecido en las últimas
décadas diversas investigaciones. A mediados del siglo pasado, algunos estudios
ya mencionaban la posibilidad que durante la época del esplendor griego, hace
3,000 años aproximadamente, intrépidos navegantes hubiesen cruzado
el Océano Atlántico llegando a diversos lugares de América del Norte y del Sur.
Profundizando
esta línea de trabajo, el investigador peruano Enrico Mattievich puso en
circulación en el año 2010 el interesante libro titulado “Journey to the Mythological
Inferno. America’s discovery by the Ancient Greeks”. Esta publicación, escrita en idioma inglés y aún no traducida al castellano, ha
sido galardonada con varios premios internacionales. En ella presenta a los
lectores resultados de sus intensas investigaciones de las últimas décadas,
desarrolladas tanto en Europa como en diversos lugares del territorio andino. Partiendo
de las evidencias literarias y arqueológicas disponibles, plantea una tesis
desafiante en la que se resaltan las posibles pistas que sugerirían un remoto
contacto del mundo griego clásico con la Civilización Andina.
Gracias a la fina cortesía del consorcio editorial GRUPO NELVA DESIGN, también se reproduce aquí el enlace con la entrevista que concedió Enrico Mattievich al portal web de dicho consorcio en marzo de 2014 y donde el autor explica con detalle algunos de los planteamientos contenidos en su libro.
Interesante publicación, aunque para algunos peruanos no es novedad. Ya en 1,972, el Ing. Eduardo de Habich publico su trabajo titulado Los fenicios en la Historia del Peru, en esta magistral obra, ya planteaba la tesis que Tiahuanaco habría sido el mitico Tartesso. Para sustento, cita entre otros muchos escritos antiguos, como el "Periplo de Hora Maritima" del geógrafo y poeta griego Avieno, al georafo Estragon, también griego, estudia con detenimiento a cronistas tempranos españoles y otros mas modernos como el trabajo de los hermanos Ibarra Grasso, quienes analizando mapas y cartas de navegación romanas del siglo I a de n.e. y de otros estudiosos peruanos y extranjeros, mitos griegos, con los que concluye que los fenicios establecieron un reino en sudamerica y que establecieron alianzas por matrimonio con monarcas de los territorios que hoy son Peru y Bolivia. En la publicación del Ing. De Habich hay mucha mas información que considero de gran valor y que los peruanos debemos leer. O es que como dice el dicho en casa de herrero cuchillo de palo y tenemos que esperar a que estudiosos extranjeros publiquen "sus descubrimientos" y estos se den por "originales" y "reveladores" 43 años después, teorias de que un insigne peruano sustento hace ya mucho.
ResponderEliminarCopiamos la siguiente comunicación remitida por Enrico Mattievich, en respuesta al comentario anterior.
Eliminarenrico mattievich [enrico.mattievich@gmail.com]
Muy oportuno su comentario Maricarmen,
En efecto, algunos peruanos se interesan por la prehistoria peruana con mente abierta, sin preconceptos.
El autor del libro ilustrado “Los Fenicios en la Historia del Perú” del Ing. Eduardo de Habich, publicado en Lima en 1972, había depositado una entusiasmada expectativa en su obra, manifestada en la p. 49: “Este librito va ocasionar más cambios en la historia pasada de la humanidad, que los cambios que ocasionaron en la Historia Moderna: el primer oro del Nuevo Mundo que llegó a Europa; o que el descubrimiento del cráneo de Neandertal; o que el descubrimiento del Átomo, que posiblemente dé nombre a esta Nueva Era; etc…”
Infelizmente, gran parte de los académicos, que son remunerados para dedicarse a este tipo de investigaciones, se mantuvieron omisos.
El propio Habich, en la p. 50 de su libro, cita una precursora limeña, que en 1924 había publicado el libro “La Intelectualidad Helénica” sobre navegaciones fenicias al Perú, Doña María Rada y Paz Soldán, biznieta del prócer José Hipólito Unanue y Pavón, donde refiere las probables rutas fenicias de navegación, penetrando al continente por el Rio Amazonas o por el Océano Pacifico, con destino a Cattigara, que identifica con las actuales ruinas de Chan Chan.
En los primeros años del siglo pasado, los círculos científicos de Sud América fueron conmovidos por un intelectual peruano, el Dr. Pablo Patrón, que en junio de 1902, ante lo más selecto del público de Buenos Aires, pronunció una conferencia sustentando la conexión Sumeria-Asiria con Tiahuanaco.
Concuerdo con su opinión sobre la importante contribución del arqueólogo argentino Dick Edgar Ibarra Grasso. Todo peruano culto debería leer “América en la Prehistoria Mundial”, publicado en 1982 por ese erudito autor, a quien tuve la oportunidad de conocer personalmente en Río de Janeiro.