La alfarería ha tenido un rol muy
importante en la historia de la Civilización Andina. Si bien las vasijas de
cerámica suelen ser frágiles, sus fragmentos no lo son y precisamente gracias a
ello los arqueólogos han contado con un valioso material para interpretar la
evolución de las sociedades andinas durante los últimos 3,500 años. La explicación
tradicional en estos estudios indican que estas vasijas de cerámica fueron
elaboradas tanto para uso local, en la propia comunidad de los alfareros, así como
para intercambiarlas con otras comunidades, sean vecinas o distantes.
Sin embargo, hasta la fecha muy
poca atención se ha brindado a una forma de producción de estas vasijas que
tiene igualmente una tradición ancestral: el trabajo realizado por los
alfareros estacionalmente itinerantes llamados también “alfareros golondrinos”,
es decir, aquellos que salen de su “pueblo base” para producir vasijas
domésticas en otras comunidades llamadas “pueblos destino”. Al respecto, las
importantes investigaciones del arqueólogo peruano Gabriel Ramón Joffré
permiten ahora poner en nueva perspectiva las verdaderas características de
esta forma de producción itinerante, obligando quizá no sólo a replantear la
concepción tradicional del ciclo de vida del alfarero sino también, al mismo
tiempo, a realizar una nueva lectura del milenario pasado andino a partir de
los vestigios de la cerámica.
Portada del libro: "Los Alfareros Golondrinos. Productores itinerantes en los Andes" del arqueólogo peruano Gabriel Ramón Joffré publicado en Lima, por IFEA - Sequilao Editores, agosto de 2013 |
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